lunes, 10 de agosto de 2009

Jarto estoy

No es que estuviera de vacaciones, ni que me hubiera ido con curro al Caribe, simplemente se me pasaron las ganas de escribir durante unos cuantos días por que los últimos acontecimientos sucedidos en nuestra comunidad me revuelven las tripas.
El negocio está montado de tal manera que algunos resultan impunes ante las evidencias más clara y eso da mucho que pensar. Caminamos hacia un horizonte tan oscuro como el cielo que cubre hoy nuestra ciudad. Un horizonte donde cualquiera trinca algo, me importa una mierda que sean tres trajes o un yate, y no pasa absolutamente nada. Se supone que tengo que estar convencido de que "el bigotes" le regaló los trajes a Camps (el auto ni lo discute) por que es su amigo y no por el cargo que ostenta... es asqueroso.
Rajoy sale diciendo que no pasa nada con San Paco Camps y las ordas de las gaviotas saltan a aplaudir y jalear a pesar de que todos saben qué es lo que pasó. Mas asqueroso aún.
Te molestas en leer comentarios en artículos de prensa y te encuentras con cientos de tíos que justifican los regalos en base a conspiraciones entre jueces, medios de comunicación, policías y fiscales, alentadas por personajes como Cospedal o Trillo (42 fiambres lo contemplan) todo con tal de seguir a los nuevos césares del reino.
A todo esto las encuestas los ponen por encima y desde la oposición valenciana se dedican a... nada.
Es penoso, vergonzoso y, volviendo a mirar al horizonte, sólo veo nubes negras y chaparrones. Algún día acabaremos presididos por algún personaje tipo Berlusconi y algunos nos preguntaremos qué fue lo que pasó o qué coño hicimos mal.
De verdad, me ha jodido mucho el tema y no sé de qué mierda vale nada de lo que uno pueda aportar porque está claro que de nada sirve.