Estoy cara al teclado y no tengo ni idea de qué escribir. Me he propuesto como mínimo una entrada semanal y ahora mismo me encuentro en blanco. He pegado una vuelta por la lista de blogs y nadie me ha tocado la fibra.
Así que voy a ser original y a hablar de fútbol. España ha ganado y todos estamos contentos, no hay más que pegarse una vuelta por los bares y poner la oreja.
Los mismos que hace meses despellejaban vivos a los miembros de esta selección ahora piden, entre caña y café, la continuidad de Aragonés.
Nada refleja mejor la realidad de este país donde la envidia es base fundamental de nuestra cultura y donde el raje cobarde y ruín está a la orden del día. Realidad que se plasma en nuestra clase política todos los días, con enemigos que dialogan tranquilamente en los pasillos después de haberse sacado los ojos en el plenario. Que me llamen imbécil, pero nunca entenderé como después de llamarse lo que se llaman en según que sitios, se pueden parar a comentar la jugada en el pasillo. A mí lo que me pediría el cuerpo sería arrancarle la cabeza al otro pero seguro que eso estaría mal visto y no quedaría bien ante las cámaras.
Soy así de impulsivo y así de leal con mis principios, cada pueblo tiene la clase política que merece y nosotros estamos mejorándola cada día, con fugas de pleno por collons, líderes nacionalistas del Madrid, alcaldes que sólo hablan de lo personal y descordinación total por donde lo mires.
Así nos va y ya veremos donde llegamos...
lunes, 30 de junio de 2008
Es lo que hay
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario