Un castillo de arena

Charlaba ayer con un viejo amigo cuya residencia está fijada en un pueblo de la costa alicantina. El tío hacía tiempo que no se pasaba por Gandia y estaba muy sorprendido del crecimiento que había experimentado en los últimos tiempos nuestra ciudad.
Yo replicaba que sí, que tenía razón, que hemos crecido mucho pero que para eso se han pagado una serie de facturas que parece, nos hipotecan durante años.
- No te preocupes (me decía), todavía os queda la marjal y las montañas, en mi pueblo ya no cabe ni un castillo de arena.
Nos despedimos y de vuelta a casa pensaba en ese castillo. Pensaba en la subasta que se realizó durante la campaña a cuenta de los terrenos de la marjal (aún no sabemos nada de eso) y de lo bien que están las montañas sin las pilas de chalets horribles para los turistas.
Ello me llevó a pensar en todas esas personas que llevan años partiéndose la cara (literalmente) por conservar el territorio y la poca bola que les pasamos todos, total son cuatro gatos...
Pues si a esos cuatro gatos se les hubiera tenido en consideración algo habría cambiado y un futuro mejor les esperaría a nuestros hijos y nietos.
Desde aquí agradecerles su labor y decirle a todos aquellos que ven en los campos de golf y sus macrourbanizaciones aledañas que se metan el palo... por donde les quepa.

Mi vecino

Leo el periódico y me entero que una conocida empresa ha cerrado el grifo porque no consigue refinanciar su deuda que ronda los 5.000 millones de €. Dicha empresa dirigida por un expresidente del Real MAdrid tiene sólo 250 trabajadores y me asaltan (como siempre) las dudas:
Cómo un pájaro como ese consigue tal endeudamiento sin que a nadie se le ocurra pensar que no pasa nada. Veía en la tele entrar a los directivos de dicha empresa en un gran edificio a decidir qué hacían con el tema, pues al final, lo de siempre, suspensión de pagos o como lo quieran llamar ahora.
El tema está en que ellos ya se han llevado su parte, tienen sus coches (con chófer y todo fíjate), sus casas, sus tierras, etc, pero a ellos no les va a pasar nada porque son muy listos y los abogados caros están para eso.
Pues bien, el que escribe, desde esta entrada se va a dar el gusto de llamaros ladrones y saqueadores y me pienso quedar muy ancho.
Viene todo esto a cuento de que tomando una cerveza con mi vecino me cuenta que lo han tirado a la calle y que después de 12 años en la empresa consigue que le paguen 7.000 € porque los abogados del jefe son la hostia de buenos.
Cuenta que los juntaron una mañana (a él y a otros 7 desgraciados) y les dijeron que no había para más y chin pum. Acto seguido el jefe se subió en su todo terreno de alta gama y se fue a almorzar con sus colegas que son casi tan hijosdelagranputa como el mismo.
La vida no puede ser mas injusta y cada vez creo mas en aquel dicho:
"si els fills de puta volaren, no voríem la llum del dia"

A lo Nixon

Volvemos al tema de la salsa y cuantas más cosas pasan alrededor de este asunto más preguntas le quedan a uno en la cabeza y no sabe qué creer. Cosas claras:

a. El personaje que organiza el sarao es de cuidado. ¿Qué clase de tío va a hablar/negociar con un ayuntamiento con una grabadora?.

b. ¿Por qué aparece de repente en rueda de prensa para desdecir todo lo afirmado durante el fin de semana del congreso?. ¿tan lento es para sacar números y ver que ha palmado pasta?.

c. ¿Quién le aconseja esta actitud?

d. Tal como afirmé en anterior artículo referido a este tema nadie ha pagado el pato...

e.¿Tenemos a un aprendiz de Nixon entre nuestros gandienses?... pues va a ser que quizá sí.

Bernstein y Woodward me cuentan que creen firmemente en que alguien vio la jugada y pensó: "esta es la mía", se trabajó al personaje hasta que lo tiró a los leones y ya está.

Ahora, el tal Nico, tardará en aparecer por los alrededores, Nixon ha conseguido desgastar un poco más al gobierno y en el gobierno parece que se van enterando de hasta dónde llegaremos en esta legislatura.

Triste, muy triste...

El cherif

Existen personas que por el tipo de personalidad que tienen, su educación, trayectoria personal y demás condicionantes sociales parecen... no sé cómo decirlo... gilipollas.
Tal es el caso del abad de la colegiata, que demostrando una empanada mental considerable, ha decidido que el edificio es suyo y nadie se lo puede tocar (jo mamma!!, me ha quitado el cherif).
Sin venir a cuento, se ha liado la manta a la cabeza, se ha puesto las pinturas de guerra y para agradecer a todos las obras, se dedica a disparar a diestro y siniestro contra todo bicho viviente.
Dá igual izquierda, derecha, centro o empresa, Saneugenio sólo responde ante el altísimo y (por lo visto) esto le da potestad suficiente para agenciarse un monumento de la ciudad y no conforme con ello, cagarse en la madre que los parió a todos.
Pues resulta que yo ante el altísimo no respondo, sólo respondo ante mi parienta, así que te puedo decir que me pareces un mendrugo y un desagradecido.
Espero que después de esta cagada a alguien se le ocurra mandarte a una iglesia de barro en Sierra Leona a que le expliques a los negritos de qué va el tema y porqué te quitaron un edificio en Gandia que era tuyo pero supongo que eso no pasará porque, entre otras cosas, sólo con los casos de curas pedrastas el vaticano ya tiene bastante faena.