jueves, 4 de marzo de 2010

La santísima trinidad

La última jugada de la granjerita, básicamente ha consistido en evitar la inclusión del cuartel de Simancas dentro de un programa Estado-Generalitat que hubiera supuesto la llegada de casi seis millones de mortadelos. Ahí es nada.

Digo que tiene que haber sido él, total o parcialmente culpable del tema porque, sólo así se explica que perdiera el culo para llamar a algunas personas para que se estuvieran atentas al pollo que se iba a montar y… así fue.

Una cosa es hacer oposición, fiscalizar, negarse a según que cosas y otra muy distina es dejar a “la ciudad que tanto me ha dado” sin un duro a la primera que puede. De estas ya se pueden contabilizar unas cuantas en esta legislatura pero parece ser que todo vale mientras joda al adversario y ninguno de los que le rodea tenga cojones a enseñarle la diferencia entre hacer oposición y hacer el panoli, jodiendo de paso a un montón de personas.

De todas formas no pasa nada, todo es hablarlo con él y que pague esos seis kilos de su bolsillo –será per diners– como ha hecho recientemente con el Centre Històric. Lo que pasa es que te puedes encontrar con que se suponga que pague él, después sea que haya ayudado a conseguir resolver el problema y más tarde, nadie tenga un solo papel para demostrar lo que ha pasado.

Empieza a ser habitual que esté en todos los charcos y que cada uno de esos salpicones que lanza sean irresoluble y misterioso, más o menos como la santísima trinidad.

1 comentario:

Browner...Seguro? dijo...

como los 150.000 euros que según su amiguito ollero le dio para el Gandia... ¿supongo que tendrá el correspondiente recibo para desgravar en Hacienda?, porque no lo enseñan.. seria interesante ver ese recibo oficialmente