La tercera gran guerra

Disfrutaba de ni rato de cervecita, cigarro y periódico en un bar de esos de currantes (me escaman las cafeterías de diseño), cuando tras de mí comencé a oír una voz grave que comentaba algo a mí espalda. Me tocaron el hombro y allí estaba, un tío negro, inmenso, con una sonrisa de esas de oreja a oreja.
Me pide disculpas por interrumpir mi momento de abstracción mundana y acto seguido, comienza a decirme que es injusto que tal o cual personaje se meta 6 millones de euros por darle con una raqueta a la pelotita, yo me río y le digo, así son las cosas amigo, algunos las pasamos putas por la jodida hipoteca y otros viven en un estado continuo de vino y rosas.
Cuenta que algún día estallará la tercera guerra mundial pero el enemigo serán los millones de muertos de hambre en el mundo, gracias a los cuales nosotros vivimos bien. Le digo que sí, que tiene razón y que el menda es del mismo pensar. Después, silencio, nos miramos y pegamos un trago a nuestros tercios. Acto seguido paga su cerveza y compra un billete de lotería, me mira y me dice que es por si toca y que si le toca espera que la tercera gran guerra no empiece hasta que el haya podido vivir como un rey aunque sea sólo un día.
Se despidió y se fue, yo pagué mi cerveza y compré otro billete, por si las moscas...