Ayer por la mañana me pasé por el porrat del Raval para ver como estaba el patio, pegar un paseo, almorzar y ver a gente. Todo iba como siempre cuando empezó a temblar todo el Prado con un ruido que te cagas. Me acerqué al epicentro sonoro del tema y me encontré con la exposición de motos clásicas. Resulta que algún gilipollas tenía ganas de demostrar la potencia de su hierro y no le dio otra que dar gas a tope mientras algunos nanos hasta se asustaban. Hasta tres veces conté diferentes motos sonando y hasta tres veces nadie dijo esta boca es mía.
Doy el premio "gilipollas del fin de semana" al lumbreras que dejó que los del motoclub se pasaran por el forro los oídos y la tranquilidad de pasear un sábado por la mañana en el porrat del Raval.
sábado, 14 de febrero de 2009
Porrat ruidoso
Agregar a marcadores favoritos:
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Entradas
3 comentarios:
Hola, por desgracia cada día hay menos educación, cada uno a la suya
y así nos luce el pelo. Solo se piensa en uno mismo y a los demás que les dén. Ojala la asignatura dichosa de la ciudadania haga incapie en el comportamiento civico de las personas. Yo al menos lo intento con mis hijas.
Saludos.
Cada día hay más garrulos y maleducados por la calle...
Que casualidad yo también pase a mediodía y ahí estaba el de la moto fastidiando a todo el mundo, y también pensé que porque nadie le obligaba a estarse quietecito, luego nos quejamos de los chavales que hacen ruido con las motos, y ese desde luego de chaval tenia lo que yo, es decir nada.
Publicar un comentario