Montar un blog es fácil

No hay más que seguir las indicaciones de, por ejemplo, este portal donde se encuentran alojados mis pensamientos. Resulta una herramienta muy útil para dar a conocer tus inquietudes e ideas.
La responsabilidad que recae sobre el blogger radica en aquello que dice, cómo lo dice y a quien deja entrar en su casa. Desde que comencé con esto he intentado expresar mis inquietudes y pensamientos de una manera clara y ello ha tenido un precio.
Dejando de lado la obsesión de los aplaudidores por identificarme con otra persona, constato día a día como el nivel de crispación aumenta en determinado blog. Basta con que uno no esté en su cuerda para pasar a ser un socialisto a sueldo del todopoderoso alcalde de Gandia.
Pues va a ser que no, no pertenezco a ninguna red de bloggeros judeo-masónica cuyo fín único es cargarme al líder del PP.
Lo que hago es expresar mi opinión lo mejor que sé y a cambio me tildan de cosas que escapan a un raciocinio equilibrado propio de una persona con un coeficiente normal.
Lo que hago es aguantar a los personajes que hablan de mí sin saber siquiera quien soy y lo que seguiré haciendo será decir todo lo que me dé la real gana a aquel que tiene en su blog una jauría de perros rabiosos que en lugar de espuma escúpen insultos.
Supongo que el interesado lo leerá o en su defecto, alguien irá a su casa a decir nosequé de mí sin tener ni puta idea. Su herramienta de expresión se ha convertido en un espacio donde nadie habla de las cosas que el interesado cuenta y donde deja que todos los que quieran participen en un concurso para ver quien la dice más gorda (en su defecto no publica algún comentario pero les dice que comparte sus pensamientos para jalearlos).
Mal vamos si sus lectores pasan de lo que diga y convierte su blog en un insultódromo.